In Memoriam. Vangelis, Olimpiónico por excelencia

Escrito el 31/05/2022
Comité Olímpico Colombiano

El pasado 17 de mayo murió en París, Francia, Evángelos Odysséas Papathanassíou, conocido como Vangelis, compositor del tema Carros de Fuego, de la película del mismo nombre, que ganó un Oscar en 1981 y se convirtió en un segundo himno del deporte olímpico. Además compuso música para televisión y bandas sonoras de películas, como Blade Runner (1982), Missing (1982) y 1492: Conquista del Paraíso (1992).



Vangelis, q.e.p.d., en el estadio Panateneiko, de Atenas, sede de los I Juegos Olímpicos Modernos, en 1896. Foto: Decine 21.

Por Clemencia Anaya Maya

Vicepresidenta AOC

La música ha estado unida a los Juegos Olímpicos desde la antigüedad. A la par de las competencias atléticas, especialmente en horas de la noche, la música se hacía sentir en Olimpia, para dar paso a la narrativa musical que pregonaba las historias de los vencedores olímpicos más famosos de la historia.

De la misma forma, en los Juegos Olímpicos Modernos, la música ha estado presente desde su inicio en Atenas 1896, hasta nuestros días. En aquella oportunidad en el estadio de Panatenaikos, el de mármol pentélico, se escucharía  el poema de Kostis Salamas, musicalizado por Spyridon Samaras y cantado por un majestuoso coro integrado por las sociedades musicales de Grecia, que se convirtió en el Himno Olímpico.

Hace pocos días, el 17 de mayo, partió seguramente a un sitial especial en el monte Olimpo, uno de los más grandes músicos que con su virtuosismo engalanó la historia de los Juegos Olímpicos modernos, Vangelis, compositor mejor conocido por la música de la película  Carros de fuego, quien murió a los 79 años.

Un maestro del sintetizador, ganó un premio Oscar al crear la banda sonora de la famosa película que todos los seguidores del olimpismo y de los Juegos Olímpicos, deberían ver. Su memorable tema musical se convirtió en un éxito pop número 1 en el mundo entero.

Vangelis, compositor griego y virtuoso de los sintetizadores, puso muy en alto el nivel de la película que narra la historia de dos atletas británicos, Harold Abrahams y Eric Liddell que participaron en los Juegos Olímpicos de Verano, en París 1924.  Carros de fuego, la película de 1981, ganó el Premio de la Academia a la mejor banda sonora original.



Vangelis, en su época de rockero, con la banda Aphrodite's Child, en los años setenta del siglo XX. Foto: The Rolling Stone

Músico autodidacta, Vangelis cuyo nombre de nacimiento era Evangelos Odysseas Papathanassiou, escribió música para televisión y películas, entre ellas Blade Runner (1982), Missing (1982) y 1492: conquista del paraíso (1992).

La parte más familiar de la partitura de Carros de Fuego, esa música electrónica moderna compuesta para una película de época, se escuchó durante los créditos iniciales: una mezcla de piano acústico y sintetizador, que proporcionó un acompañamiento exuberante y palpitante, mientras aparecían en pantalla unas dos docenas de jóvenes corriendo en cámara lenta en una playa casi vacía, el barro salpicando sus camisas y pantalones cortos blancos, el dolor y la euforia contrayendo sus rostros.

La música de Vangelis se hizo tan popular, como la propia película, dirigida por Hugh Hudson, que ganó cuatro premios Oscar, incluido el de mejor película, en 1981.

La canción de apertura, también llamada Chariots of Fire, se lanzó como un disco sencillo y pasó 28 semanas en la lista Billboard Hot 100, incluida una semana en el número 1. El álbum de la banda sonora permaneció en la lista Billboard 200, durante 30 semanas y pasó cuatro semanas en el primer puesto.

Vangelis dijo en su momento, que la partitura se le ocurrió de inmediato mientras miraba la película en forma parcialmente editada. Para describir su genial forma de concebir la música expresó: “trato de ponerme en la situación y sentir”, le dijo a The Washington Post en 1981. “Soy un corredor en ese momento, en el estadio, solo en el vestuario... imagino y luego compongo... y el momento es fructífero y honesto, creo”.



Vangelis fue un fenómeno del teclado. Foto: Publimetro.

Vangelis nació el 29 de marzo de 1943, en Agria, Grecia, y creció en Atenas. Comenzó a tocar el piano a los cuatro años y dio su primera actuación pública dos años después. No tuvo mucho entrenamiento y nunca aprendió a leer música.

“La música me atraviesa”, dijo a The Associated Press, en 1982. “No es mía”.

En la década de 1960 tocó el órgano con Forminx, una banda de rock griega. Cuando se dio el golpe militar se fue de Grecia a París, en 1967.

Vangelis fue uno de los fundadores de Aphrodite's Child, una banda de rock progresivo que había lanzado sencillos en Europa y disfrutado de cierto éxito en la radio FM en los Estados Unidos. La banda lanzó algunos álbumes, incluido "666", que se inspiró en el Libro de la Revelación. Cuando Aphrodite's Child se separó, se mudó a Londres, en 1974.

En la década de 1970 comenzó a componer música para programas de televisión como la serie documental francesa L’Apocalypse des Animaux (1973), además de trabajar en álbumes y proyectos cinematográficos. Famosos como Carl Sagan lo invitaron a hacer la parte musical de su serie de televisión Cosmos.

Entre la música para películas que Vangelis compuso después de Carros de fuego estaban: Antártida (1983), una película japonesa sobre científicos en una expedición; The Bounty (1984), con Anthony Hopkins y Mel Gibson; Alexander (2004), de Oliver Stone, sobre el rey macedonio; y El Greco (2007), película griega sobre el artista.

También compuso música para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y Atenas 2004, y la Copa del Mundo de 2002.  En 2001 grabó una sinfonía coral, Mythodea, que había adaptado de un trabajo anterior, en el Templo de Zeus, en Atenas, para conmemorar la misión Odyssey de la NASA a Marte. “Inventé el nombre Mythodea a partir de las palabras mito y oda”, dijo Vangelis, en una entrevista para el sitio Web de la NASA, en 2001. “Y sentí en él una especie de camino compartido o común con la exploración actual del planeta por parte de la NASA. Lo que sea que usemos como clave (música, mitología, ciencia, matemáticas, astronomía), todos estamos trabajando para decodificar el misterio de la creación, buscando nuestras raíces más profundas”.



Con los protagonistas de Carros de Fuego. Foto: Folgoso.

 

De la importancia de la música

Platón, uno de los atletas participantes de los Juegos Olímpicos antiguos y gran filósofo reconocido hasta nuestros días, expresaba: “acaso no descansa en la música lo mas importante de la educación desde el momento que el ritmo y la melodía especialmente penetran el alma y se imprimen en ella?”[1].

Para los griegos era muy importante y diría imprescindible la educación musical a la hora de la transmisión de valores. La música unida a la poesía y el teatro fueron considerados como una actividad primordial en la educación de sus niños. Para ellos estaba relacionada con el Ethos que significa “mi costumbre”, “mi conducta”. Está relacionada directamente con la forma de comportarse, con el carácter y la personalidad.

Su interés en la música no solo estuvo relacionado con la música en sí misma y las expresiones derivadas de ella, sino por la acústica y la música como ciencia, de manera tal que su presencia en el espíritu griego es profunda y trasciende como una destreza educativa que orienta las labores a lo largo de la vida y, de esa manera, transmite valores.

Vangelis, griego de nacimiento, transmitió al mundo ese espíritu capaz de mover los más profundos sentimientos del ser humano y hacer vibrar de emoción a quienes escucharon y vieron protagonizar en la pantalla grande la película olímpica más aclamada del siglo XX. Su huella será eterna, y pasará a la historia como el más grande Olimpiónico ] de la música de los Juegos Olímpicos Modernos.